En el mundo laboral contemporáneo, las fronteras entre disciplinas se desdibujan y la adaptabilidad se convierte en una competencia esencial. La polimatía ya no es una rareza renacentista, sino una necesidad moderna frente a entornos cambiantes e inciertos.
Comprender el trabajo de hoy implica reconocer que la especialización sin apertura limita y que la flexibilidad sin propósito dispersa. Las organizaciones que prosperan son aquellas que valoran a los profesionales capaces de aprender, desaprender y reconectar ideas aparentemente distantes, transformando la complejidad en innovación.
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